Doce niños murieron trágicamente el sábado en un ataque en un parque infantil en Majdal Shams. Estas vidas inocentes, llenas de esperanzas y sueños, fueron arrebatadas en un acto de violencia indescriptible, que entristeció profundamente a todos los que consideran sagrada la vida.
Extendemos nuestras más sinceras condolencias a las familias y seres queridos de las víctimas y a toda la comunidad drusa en Tierra Santa. La pérdida de estos niños es una tragedia indescriptible que nos deja un profundo impacto en todos nosotros. Las palabras no pueden expresar plenamente el dolor y la indignación que sentimos ante un acto de violencia tan abominable.
En este tiempo de duelo, debemos honrar sus memorias renovando nuestro compromiso con la paz y rechazando todas las formas de violencia. El ciclo de violencia debe terminar. Instamos a todas las partes a buscar la comprensión y el respeto mutuo, ya que el futuro de nuestros hijos y comunidades depende de ello. ¡Basta de violencia, odio y desprecio!
Instamos encarecidamente a todas las partes a que abandonen el camino del conflicto y de las armas, y que busquen la comprensión y el respeto mutuo. El futuro de los niños y el bienestar de nuestras comunidades dependen de nuestra capacidad de trascender el odio y abrazar los principios de la compasión y la coexistencia. ¡Nada se resolverá con el mal de las armas y de la guerra! ¡No nos dejemos vencer por el mal, sino que venzamos el mal con el bien! [Carta de San Pablo a Romanos 12,21].
Que el Señor conceda consuelo y fuerza a las familias de las víctimas, y que su recuerdo nos recuerde el valor de la vida y la urgencia de la paz.
*Traducción no oficial, en caso de cita, utilice el texto original en inglés – Traducción de la Oficina de Medios del Patriarcado Latino