Su Beatitud el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, inició su visita pastoral a Caná de Galilea el jueves 6 de febrero de 2025, que duró hasta el domingo 9 de febrero de 2025.
Cada visita pastoral tiene carácter propio. Su Beatitud considera estas visitas como una parte esencial de su misión pastoral. En numerosas ocasiones, ha subrayado la importancia de conocer personalmente y escuchar a la gente a la que sirve, ya que le permite comprender mejor su vida cotidiana, algo que no se puede comprender plenamente desde la distancia.
Primer Día - Una Cálida Bienvenida, Reflejo del Amor Fraterno
Los fieles se reunieron frente a la Iglesia del primer milagro en Caná para dar la bienvenida a Su Beatitud en una gran recepción acompañada por la música de los scouts latinos de Reneh y los scouts ortodoxos de Caná. Entre los dignatarios que recibieron a Su Beatitud se encontraban Monseñor Rafic Nahra, Vicario Patriarcal de Galilea, y el P. Haitham Heno, actual párroco franciscano de Caná, junto a sacerdotes de varias iglesias de la ciudad, así como el imán, el jeque y el alcalde de la ciudad. La escena fue un fiel reflejo del espíritu de amor y fraternidad que une a la comunidad local de Caná.
En las calles de Caná, durante la acogida de Su Beatitud el Cardenal Pizzaballa para iniciar su visita pastoral.
A continuación, la delegación se dirigió a la Iglesia, donde el P. Haitham pronunció un discurso de bienvenida, expresando la esperanza de una visita fructífera. En su discurso, Su Beatitud subrayó la importancia de la visita, destacando la necesidad de reforzar la unidad comunitaria a pesar de los desafíos y recordando el papel de Caná como centro de peregrinación y renovación espiritual.
Siguieron otros discursos, entre ellos los de los líderes religiosos musulmanes y el alcalde, todos ellos subrayando la importancia de la solidaridad dentro de la comunidad y fomentando un espíritu de cooperación y hermandad.
Segundo Día - Encuentros Educativos y Humanitarios
Su Beatitud comenzó el segundo día visitando la Escuela de las Hermanas Franciscanas en Kafr Kanna, donde fue recibido por la Hermana Renée Moussa, directora de la escuela, junto con la Sra. Shireen Nator, Directora de Educación Árabe del Ministerio de Educación. Durante la reunión, escuchó los retos a los que se enfrenta la escuela antes de recorrer sus distintas secciones.
Expresó su alegría al conocer a los alumnos y al profesorado, señalando: «Me impresionaron las brillantes sonrisas en los rostros de los niños. Esto es esencial para su crecimiento en un entorno alentador. Una escuela no es simplemente un lugar de aprendizaje académico; es un espacio donde se inculcan valores y principios que dan forma a las generaciones futuras». También subrayó el papel crucial de las escuelas para fomentar tanto la formación académica como la espiritual.
Seguidamente, Su Beatitud visitó la mezquita de la ciudad (la antigua mezquita Abu Bakr Al-Siddiq), donde se reunió con el Jeque Mohammad Dahamsheh.
Más tarde, visitó la Institución Kafr Kanna para Necesidades Especiales, donde fue recibido por el Sr. Ibrahim Khalaila, director de la institución, junto con el personal y las familias. Durante la visita, afirmó: «Este lugar tiene un significado especial, ya que refleja el compromiso de la comunidad con el cuidado de sus miembros más vulnerables, aquellos a los que Dios más aprecia, y cuando servimos a los necesitados, estamos cumpliendo verdaderamente la voluntad de Dios. Que Dios bendiga vuestro servicio y que sigáis siendo una luz en vuestra sociedad».
También visitó a varias familias y administró la Unción de los Enfermos a ancianos y enfermos en sus domicilios.
El Cardenal Pizzaballa visita la Institución para Necesidades Especiales de Kafr Kanna
Tercera Dia – Fortalecimiento de la Unidad Cristiana y Compromiso con las Instituciones Locales
Su Beatitud visitó la Iglesia Ortodoxa Griega, donde fue recibido por el P. Leontius, párroco, y los miembros del consejo eclesiástico. En su discurso, el P. Leontius subrayó la importancia de la unidad de los cristianos, haciendo referencia al primer milagro de Cristo en Caná -convertir el agua en vino- como símbolo de renovación espiritual y esperanza en cómo Dios puede cambiar los acontecimientos.
A continuación, se dirigió a la Iglesia Greco-Católica Melquita, donde fue recibido por el P. Simon Khoury y se reunió con los miembros de la parroquia. Allí reafirmó la importancia de la oración y la unidad en la Iglesia.
En ambas Iglesias se recitó el Padre Nuestro como símbolo de la unidad de la fe.
Continuando su visita, Su Beatitud se reunió con el Sr. Islam Imara, director general del Consejo Municipal, y con miembros del consejo del municipio de Kafr Kanna. Elogió el espíritu de convivencia en la ciudad y subrayó la importancia de promover Caná como lugar de peregrinación religiosa. En reconocimiento a los esfuerzos del Cardenal Pizzaballa por lograr la paz y la armonía social, el consejo municipal le concedió un certificado de ciudadanía honorífica.
El municipio de Kafr Kanna ofrece al Cardenal Pizzaballa un certificado de ciudadanía.
Su siguiente parada fue la escuela primaria Bayader, la más antigua de Kafr Kanna, donde se reunió con el personal administrativo y docente. Destacó el papel de la educación en el desarrollo de la comunidad y puso de relieve los retos de los tiempos modernos, en particular la inteligencia artificial y el impacto de Internet en los estudiantes.
La jornada concluyó con un encuentro con los feligreses y varios representantes locales, en el que escuchó sus preocupaciones, en particular sobre la formación espiritual y la emigración cristiana. Los animó a permanecer firmes en la fe, recordándoles que un cambio significativo requiere paciencia, esfuerzo y esperanza.
Tras la reunión, presidió una Misa en la Iglesia parroquial, con la participación del párroco y los feligreses.
Cuarto Día - Misa Solemne y Conclusión de la Visita
Su Beatitud concluyó su visita pastoral con una Misa dominical, durante la cual administró el sacramento de la Confirmación a siete niños y cuatro niñas. En sus palabras de clausura, dijo: «Hemos llegado a la culminación de esta visita pastoral, y quiero darles las gracias por los hermosos días que hemos pasado juntos y por su cálida hospitalidad. Llevaré vuestras oraciones y esperanzas conmigo a los Obispos de Jerusalén. Como en cada visita pastoral, me voy espiritualmente enriquecido. Estas visitas no son meros encuentros; son oportunidades para construir fuertes lazos con la comunidad cristiana en Tierra Santa».
Dirigió un mensaje especial a los recién confirmados, diciéndoles: «En el mundo de hoy, donde las redes sociales inundan nuestras vidas con innumerables palabras, es fácil perder de vista lo que es verdaderamente importante. Debemos aprender a escuchar las palabras de Jesús, que no se parecen a ninguna otra palabra. No basta con escucharlas sólo los domingos: debemos hacer de ellas una forma de vida a través de la oración.»
Un regalo de la parroquia de Caná, consistente en una Cruz y una carta de agradecimiento por la atención pastoral del Cardenal.
Concluyó su homilía con estas palabras «Ahora, después de haber recibido el sacramento de la Confirmación, entráis en una etapa de madurez espiritual. Vuestras decisiones deben estar guiadas por el Espíritu de Cristo. Así como Pedro echó la red ante la palabra de Jesús y recibió abundancia de gracia, vosotros estáis llamados a ser verdaderos cristianos: discerniendo entre las palabras del mundo y las palabras de Jesús, dando siempre prioridad a Su palabra en vuestras vidas.»
Su Beatitud partió de Caná de Galilea llevando consigo profundos recuerdos, dejando un impacto duradero en los feligreses, y en la sociedad. Su visita reafirmó la importancia del encuentro, el diálogo y la cooperación en la construcción de un futuro mejor para todos.