Muna, de Belén

"Nuestras diferencias conducen inevitablemente a distintas formas de pensar, pero también demuestran la grandeza del proceso creativo y le confieren la cualidad más bella y creativa".

Muna, de Belén

"En cuanto a la cuestión de la unidad de la Iglesia, así es como yo lo veo. Dios creó seres vivos de todo tipo. Creó animales, plantas, seres vivos... de diferentes maneras. Lo mismo ocurre con los seres humanos; Dios no nos creó a partir de una copia única, y somos diferentes en apariencia y en esencia. Cada uno de nosotros tiene sus propias características, personalidad, defectos y cualidades. Estas diferencias conducen inevitablemente a distintas formas de pensar, pero también demuestran la grandeza del proceso creativo y le confieren la mayor belleza y creatividad. Sin embargo, también son un obstáculo para la unidad de los seres vivos y, en particular, de nosotros, los seres humanos, que somos criaturas con mentes pensantes pero imperfectas. No podemos estar plenamente unidos debido a estas diferencias naturales.

Sin embargo, siempre podemos estar de acuerdo en asuntos que no podemos alcanzar; en otras palabras, las doctrinas divinas reveladas por Dios en la Santa Biblia, a través de Sus profetas y luego de Su Hijo, Sus mensajeros y finalmente Sus santos, apoyados por señales y prodigios. Son creencias que no podemos cambiar y que deberían unirnos. Creo que sería genial organizar reuniones para debatir las doctrinas que las iglesias tienen en común, que quizá deberían tener en común y que no tienen en común. Y confío en que Dios se encargue de acercar las mentes y los corazones, para que se cumplan sus palabras: 'Yo les he dado la gloria que tú me has dado, para que sean uno como nosotros somos uno' (Juan 17,22)".