ROMA - Esta semana, después de una conferencia en España y luego una en Lublin, Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa participó en Roma en el 36º encuentro internacional por la paz, titulado "El grito por la paz: Religiones y culturas en diálogo" y organizado por la Asociación de laicos católicos de San Egidio.
La iniciativa de este encuentro nació en 1986, tras un encuentro ecuménico por la paz en Asís, en el que participó el Papa San Juan Pablo II. Desde entonces, muchos líderes religiosos y políticos han contribuido ofreciendo, a través de sus discursos y conferencias, "un mensaje de esperanza para el futuro en nombre del bien mayor, el de la Paz". El evento de este año, celebrado en Roma en el centro de convenciones La Nuvola, y al que asistieron figuras religiosas del cristianismo, el judaísmo, el islam, el budismo, el hinduismo y el sikhismo, se dividió en varios foros de debate, cada uno de ellos basado en un tema específico. El Foro 8 - titulado Religiones, Diálogo y Paz - contó, junto a otros líderes religiosos de todo el mundo, con la intervención de Monseñor Pizzaballa, que no es la primera vez que interviene en este foro: también ha participado en encuentros similares en Chipre en 2008, Sarajevo en 2012 e Italia en 2015.
"En Oriente Medio, y especialmente en Tierra Santa, la religión ha adquirido una estructura institucional muy intrusiva; penetra en la vida ordinaria de las diferentes comunidades que componen nuestra sociedad", dijo. "Determina no sólo las fronteras entre comunidades, sino también la vida civil dentro de cada una de ellas; a menudo es decisiva en las opciones políticas y, más generalmente, en la vida política gubernamental (.....). Sin embargo, mi experiencia me dice que todavía es posible un futuro construido sobre nuestro deseo de paz", añadió. "No debemos esperarlo de los grandes de este mundo, sino de los pequeños del Evangelio, que nos dicen que la fe, aún hoy, puede generar vida, y el deseo de paz".
Centrado en el papel que desempeñan las religiones tanto en las guerras como en las iniciativas de paz, el foro se celebró un día antes de la ceremonia de clausura del encuentro, el 25 de octubre por la tarde, en el Coliseo de Roma, con la presencia, por tercer año consecutivo, de Su Santidad el Papa Francisco, que presidió la oración final por la paz.