JERUSALÉN – El sábado 8 de octubre, víspera de San Abraham, día del nacimiento del Profeta y víspera de Sukot, la Casa de Abraham acogió a muchos religiosos, pero también a peregrinos y amigos, algunos de los cuales venían como vecinos. En amistad y confianza, las tres grandes religiones abrahámicas estuvieron representadas durante esta celebración festiva, una oportunidad para saludar el magnífico trabajo realizado por esta institución creada por San Pablo VI hace casi 60 años, hoy administrada por Secours Catholique - Caritas Francia.
El Arzobispo Shomali, Vicario General del Patriarcado Latino para Jerusalén y Palestina, presidió la misa, que se celebró frente a las murallas de Jerusalén, acompañado por el Obispo Boulos Marcuzzo, Vicario Patriarcal Emérito.
También estuvieron presentes Thomasz Grysa y Monseñor Natale Albino, Encargado de Negocios y Secretario de la Nunciatura en Israel y de la Delegación Apostólica en Jerusalén.
Numerosos religiosos y religiosas estuvieron presentes para celebrar esta gran fiesta y rendir homenaje al trabajo realizado por el Director de la Casa de Abraham y su esposa, para que este lugar pueda asumir su vocación en toda su dimensión.
Fieles a su apoyo a la Casa de Abraham, también estuvieron presentes el Cónsul General de Francia, Sr. René Troccaz, acompañado por el Padre Luc Pareydt, y el Cónsul de México, Sr. Pedro Blanco Pérez.
En su homilía, Monseñor Shomali animó a la asamblea a seguir el ejemplo de Abraham, a seguir creyendo y esperando, porque Dios siempre cumple sus promesas, más allá de nuestras expectativas, aunque el tiempo de Dios no sea el tiempo de los hombres. Con dulzura y sencillez, animó a todos a seguir implorando al Señor por la paz, especialmente aquí en Tierra Santa, para que el Señor haga surgir más amor entre estos dos pueblos y tres religiones.
Al final de la celebración, la asamblea se dirigió hacia una gran reproducción fotográfica de un icono escrito por una hermana benedictina del Monte de los Olivos, Sor Marie-Paule (+2019), que representa la Hospitalidad de Abraham. Tras un breve recordatorio de la vida de Sor Marie-Paule y la lectura del libro del Génesis en el que Abraham, bajo el roble de Mambré, acoge a tres misteriosos visitantes, Monseñor Shomali bendijo la reproducción del icono que en adelante dará la bienvenida a todos los visitantes de la Casa de Abraham.
Siguiendo el ejemplo de su patrona, la Casa de Abraham pretende acoger en Jerusalén a los peregrinos de las tres grandes religiones abrahámicas, independientemente de su nacionalidad o recursos. Para Bernard Thibaud, director de la Casa Abraham, ofrecer a las personas en situación muy precaria la posibilidad de satisfacer un deseo espiritual contribuye a devolverles la dignidad y se ajusta plenamente a la noción de desarrollo humano integral.
Además de las Hermanas Dominicas de la Presentación de Tours, presentes en el lugar, siete voluntarios se turnan cada mes para acoger a estos grupos de peregrinos. Todos ellos dan testimonio del profundo cambio en sus vidas que supone esta experiencia y muchos de ellos repiten después este servicio
Durante la pandemia, fue imposible recibir a los peregrinos. La Casa de Abraham diversificó rápidamente sus actividades, forjando estrechos vínculos con numerosas asociaciones locales, organizando exposiciones de artesanía, iftars, campamentos de jóvenes, seminarios y veladas temáticas, siempre con un espíritu de acogida y apertura, ofreciendo a todos la posibilidad de reunirse en un lugar magnífico y de convivencia, en el corazón de la Ciudad Santa.
La Casa de Abraham ofrece así mucho más que un alojamiento cerca de los Lugares Santos, es para muchos, verdaderamente, el lugar del "encuentro".