TIERRA SANTA - Durante el mes de mayo, Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. William Shomali, Vicario General, y Mons. Rafiq Nahra, Vicario Patriarcal para Israel, administraron la Primera Comunión y el sacramento de la Confirmación a más de 200 niños en las diversas parroquias latinas de la diócesis.

"Debéis ser conscientes del don que recibís hoy. Es algo que cambiará vuestra vida", dijo Monseñor Pizzaballa durante su homilía en San Salvador, en Jerusalén, donde administró el sacramento de la Confirmación a 33 niños y 19 niñas. "A partir de ahora, debéis expresar vuestro amor a Jesús con vuestro estilo de vida". Durante su visita pastoral a las localidades de Aboud y Ramallah, Monseñor Pizzaballa administró también la Primera Comunión y el sacramento de la Confirmación a los niños de la parroquia, a quienes dijo: "La vida está hecha de decisiones. Y con la celebración de hoy, estáis decidiendo que queréis ser cristianos. Estáis diciendo "sí" a la vida según las enseñanzas de Cristo". 

Durante una de sus visitas a Jordania, el Patriarca administró también la Primera Comunión y el sacramento de la Confirmación a niños de la parroquia de Irbid.  

Todos los niños fueron preparados para la celebración mediante encuentros semanales repartidas a lo largo de dos meses, en los que aprendieron la esencia espiritual de estos sacramentos y su importancia para su camino de fe. "Para preparar a los niños para los sacramentos, concluimos nuestros encuentros semanales con una misa. El objetivo no es solo centrarnos en los dos sacramentos, sino también en la Divina Liturgia, su significado y sus símbolos. Antes de la celebración oficial, los niños reciben también el sacramento de la reconciliación, con el fin de estar plenamente preparados para recibir el cuerpo de Cristo y el Espíritu Santo", explica la Hermana Shatha, hermana del Rosario que preparó a los niños de la parroquia de Ramallah. En general, la preparación corre a cargo de un catequista o una Religiosa.

"Cristo está presente en todos los sacramentos de la Iglesia, que actúan como un canal de gracia para permitirnos encontrar la santidad, la misericordia y el amor de Dios", dice la Hermana Gretta, otra hermana del Rosario, que preparó a los niños de la parroquia de Beit Jala. Los niños recibieron la Primera Comunión y la Confirmación de manos de Monseñor William Shomali, que también administró la Primera Comunión y el sacramento de la Confirmación en otras parroquias de Palestina (Belén, Beit Sahour, Beirzeit, Jifna y Taybeh).

En una de sus homilías, Monseñor Shomali comparó la alegría que sintió la parroquia en esta ocasión con la que se extendió por la ciudad de Samaria en Hechos 08,08, cuando la ciudad fue testigo de grandes milagros y curaciones gracias a los creyentes llenos del Espíritu Santo por la imposición de las manos de los apóstoles. "Hoy, la misma alegría llena nuestros corazones, porqué nuestros hijos e hijas reciben el mismo don precioso del Espíritu Santo, que les guiará, confortará y capacitará para caminar en el Espíritu y dar fruto para el Reino de Dios", dijo Monseñor Shomali. 

En Galilea, Monseñor Rafiq Nahra administró la Primera Comunión y el sacramento de la Confirmación en las parroquias de Shafa'amr, Nazaret, Haifa, Ramleh, Rameh, Reneh, Jaffa y Jaffa de Nazaret, así como en la parroquia de Zababdeh.

"Donde hay comunión y amor, hay alegría", declaró Monseñor Nahra al explicar a los niños el significado de la Eucaristía, "el pan de vida" (Jn 6,35).  Cuando los fieles reciben el cuerpo y la sangre de Cristo, se unen a Su cuerpo, "la Iglesia", y alimentan sus "espíritus para que den fruto: amor, alegría, paz, paciencia, bondad, benevolencia, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí (Gálatas 5,22)".

Monseñor Nahra también estableció un vínculo entre la comunión y la confirmación, explicando que el acto de la comunión actúa como "una renovación continua del sacramento de la confirmación", en el que se recibe "el Espíritu de verdad, poder y adopción".