PALESTINA/JORDANIA: Por primera vez en tres años debido a la crisis del COVID-19, la Comisión de Tierra Santa del Gran Magisterio de la Orden del Santo Sepulcro pudo viajar a Tierra Santa del 18 al 23 de septiembre, para una visita a la diócesis encabezada por Sami El-Yousef, Administrador General del Patriarcado Latino de Jerusalén.
La Comisión de Tierra Santa está formada por miembros de la Orden del Santo Sepulcro - este año el Profesor Bart McGettrick, Presidente de la Comisión, y el Dr. Detlef Brümmer, Gobernador Honorario - y se encarga de visitar periódicamente diversos lugares e infraestructuras del Patriarcado Latino para ver el progreso de los proyectos financiados y la viabilidad de los futuros, con el fin de seleccionar los que se apoyarán prioritariamente. Este año, desde la Universidad de Belén hasta la parroquia de Fuheis, los Caballeros pudieron tener una visión variada del progreso y el futuro de los proyectos del Patriarcado en Palestina y Jordania. Aquí encontraran un reportaje fotográfico de su gira.
Reunión con el personal del Patriarcado (Jerusalén)
Encuentro con el Patriarca (Jerusalén)
En la Universidad de Belén
En el seminario de Beit Jala
En la residencia de ancianos de Bet Afram (Taybeh)
Reunión con los administradores de las escuelas del Patriarcado en Palestina
Visita a la tienda de Shabibe (Ammán) y encuentro con los líderes de la juventud cristiana en Jordania
Visitas a parroquias y escuelas (Jordania y Palestina)
Centro Nuestra Señora de la Paz en Ammán
A Cáritas Jordania
Visita a la nueva residencia de las Hermanas Doroteas en Hashimi (Jordania)
Según Sami El-Yousef, "la Comisión quedó muy impresionada por todos los proyectos realizados desde su última visita. Ambos expresaron su alegría y aprecio por lo que habían presenciado: el progreso de las estructuras de gestión y administración; el desarrollo de las instalaciones físicas y la plena realización de muchos proyectos a pesar de las difíciles condiciones de la pandemia; el entusiasmo de los sacerdotes, profesores, estudiantes, jóvenes y administradores por su misión dentro de la Iglesia; y lo más importante, la atención prestada a los pobres durante la pandemia y después, a través de diversos programas humanitarios, incluida la asistencia a los refugiados y a las personas más indigentes. Ambos expresaron su deseo de recomendar al Gran Magisterio una mayor financiación, cuando sea posible, para los proyectos pastorales, humanitarios y de otro tipo del Patriarcado, dadas las que consideran grandes necesidades en estos ámbitos."