BEIT JALA - El viernes 26 de mayo de 2023, en el Seminario Patriarcal de Beit Jala, se llevaron a cabo las celebraciones de las bodas de plata de los PP. Iyad Twal, Bassam Al Deir, George Da'boub y Adnan Bader.

Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, presidió una misa en la iglesia de la Anunciación de Beit Jala para celebrar los 25 años de sacerdocio del Padre Iyad Twal, Vicepresidente de la Universidad de Belén; del Padre Bassam Al Deir, párroco de Shatana; del Padre George Da'boub, jefe de los servicios espirituales del convento de Artas; y del Padre Adnan Bader, párroco de Jabal El El-Webdeh, que lamentablemente no pudo asistir a la celebración. Tres de ellos fueron ordenados sacerdotes por el Patriarca emérito Michel Sabbah, que concelebró la misa con el Vicario general, Monseñor William Shomali, y el Obispo emérito Gicancito-Boulos Marcuzzo, así como varios sacerdotes del Patriarcado Latino llegados de toda la diócesis para celebrar las bodas de plata de los cuatro sacerdotes.

La iglesia estaba llena de fieles, entre ellos feligreses, religiosas y algunos miembros de las familias de los sacerdotes, que acudieron a presenciar la renovación de su sí y a dar gracias a Dios por su llamada. La celebración, organizada por iniciativa del seminario de Beit Jala, pretendía no sólo festejar el jubileo de los sacerdotes graduados en el seminario y que prestan servicio en las parroquias de la diócesis, sino también animar a otros a responder a la llamada de Dios al sacerdocio.

En su homilía, Monseñor Pizzaballa comenzó reflexionando sobre la lectura del Evangelio, que narraba el encuentro entre Jesús y Pedro que tuvo lugar después de la resurrección: "Tres veces -dijo a la congregación- Pedro traicionó a Cristo, y en respuesta a esto, Cristo le preguntó tres veces: "¿Me amas?" Así que a Jesús no le preocupan nuestras caídas y defectos, sino nuestra capacidad de seguir amándole en medio de las pruebas de la vida, demostrando así la verdad de este amor. Porque en nuestras debilidades y traiciones, este

amor madura y florece gracias a la misericordia y al perdón que Él sigue concediéndonos". A continuación, dirigió unas palabras a los sacerdotes que celebraban sus bodas de plata, así como a todos los sacerdotes y fieles. "Todos estamos llamados a ser auténticos seres de amor a Cristo, a ser fieles a su amor... Esto es lo primero y lo más importante a lo que estamos llamados. Después viene la planificación estratégica para cumplir nuestros deberes pastorales con la Iglesia". Por último, recordó a los cuatro sacerdotes que hace veinticinco años hicieron voto de vivir este amor, y que hoy, con todos los fieles presentes, vuelven a decir sí al anuncio de este amor, que no ha hecho más que madurar a lo largo de su camino con Cristo.

Los magníficos himnos cantados por los miembros del coro de Belén y algunos de los seminaristas aumentaron la emoción de la ceremonia, que terminó con unas palabras de agradecimiento del Padre Iyad Twal en nombre de los cuatro sacerdotes. "Mi anhelo de amor, mi búsqueda de la verdad y todas las preguntas relacionadas con el sufrimiento de la humanidad sólo han encontrado respuesta con mi admisión en el sagrado instituto del sacerdocio".

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