JERUSALÉN/BELÉN - El 4 de octubre, Tierra Santa celebró la fiesta de San Francisco de Asís, fundador de la Orden de los Frailes Menores, de la Orden de las Damas Pobres (con Santa Clara), de la Tercera Orden Franciscana (Fraternidad secular) y la Custodia de Tierra Santa.
Figura importante del cristianismo, San Francisco de Asís es el santo patrón no sólo de la orden franciscana, sino también de los animales, los comerciantes, la ecología, los polizones, así como de las ciudades de Naga y General Trias (Filipinas) e Italia. Muy apegado a la Eucaristía, habría recibido los estigmas (las mismas heridas que Cristo en la cruz) algunos años antes de su muerte en 1226. Los miembros de su Orden, los franciscanos, están establecidos en Tierra Santa desde 1217.
En Jerusalén, San Francisco se celebra tradicionalmente en la Iglesia Franciscana de San Salvador, con una misa presidida no por el Custodio, sino por un padre dominico. Esta tradición, signo de comunión entre las dos órdenes, se invierte en la festividad de Santo Domingo, durante la cual la misa es presidida por un fraile franciscano.
Este año es el Padre Jean-Jacques Pérennès, director de la EBAF (Escuela Bíblica y Arqueológica Francesa de Jerusalén), presidió la celebración, a la que asistió Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, Giacinto-Boulos Marcuzzo, Obispo emérito, Monseñor Yaser Al-Ayyash, Vicario Patriarcal greco-católico melquita de Jerusalén, así como los cónsules italiano, español y belga y el vicecónsul francés. La misa fue concelebrada por el Padre Francesco Patton, Custodio de Tierra Santa, el Arzobispo Tomasz Grysa, recién nombrado Nuncio Apostólico en Madagascar, así como por dos vicarios del Patriarcado Latino, el Padre Piotr Zelasko y el Padre Nikodemus Schnabel, OSB.
San Francisco, padre espiritual del grupo de jóvenes "San Francisco" de Belén
En la ciudad de Belén, San Francisco es el pilar que guía al grupo de jóvenes que lleva su nombre; para ellos, sus enseñanzas y su forma de vida son una inspiración para vivir y actuar como cristianos en Tierra Santa, a pesar de las dificultades y desafíos a los que se enfrentan a diario.
"Los jóvenes ven en San Francisco a un padre espiritual que los guía en su fe y en su camino cristiano. Ellos abrazan su gran humildad para enfrentar el mundo materialista en el que vivimos hoy", explica una de las Hermanas de Santa Dorotea que vive en Belén, que también es guía espiritual del grupo. “Cada semana nos reunimos para meditar la palabra de Dios y debatir cómo podemos ponerla en práctica en nuestras vidas, como lo hizo San Francisco”.
“Encomienda tu destino al Señor” (Salmo 37,5) es la frase que siguen los jóvenes, confiando en que Dios les inspire valor ante los desafíos que enfrentan como cristianos que viven en Palestina. “Al igual que San Francisco, que vio a Dios en toda la creación, los jóvenes se reúnen para debatir las formas en que ven a Dios en su vida diaria”, agrega la Hermana.
El grupo "San Francisco" en la iglesia de Santa Catalina (Belén), donde renovaron sus votos para seguir la vida del santo.
“Siempre aprendo algo nuevo cuando leo historias sobre la vida de los santos, y al escuchar la historia de San Francisco aprendí que seguir a Cristo es lo más importante en la vida”, dijo Shatha, de 13 años, miembro de la grupo.
Para Dima, que está a punto de cumplir 14 años, “la forma en que San Francisco renunció a los placeres del mundo y vendió todas sus posesiones me inspiró mucho. San Francisco es mi modelo, me ayuda a vivir en la sumisión a Dios, y me enseña a tener esperanza en su misericordia y bondad".
Por su parte, Fouad, un joven de 16 años, explica cómo San Francisco le ayudó a “acercarse al Señor, a amar a los demás y a vivir en la humildad. Me uní a este grupo de jóvenes para aprender a seguir a Cristo. y vivir plenamente las Escrituras". Para ello, Fouad eligió vivir según una de las palabras de San Francisco, "es perdonando que somos perdonados".