Del 22 al 25 de mayo de 2025, Su Beatitud el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, reanudó su ministerio pastoral en la Diócesis de Jerusalén tras su regreso del Vaticano, con una visita profundamente significativa a la ciudad de Beit Sahour. Durante cuatro días, el Cardenal participó en una rica variedad de encuentros pastorales, visitas comunitarias y encuentros ecuménicos. Escuchó atentamente las esperanzas y las luchas de los fieles, reafirmando el firme compromiso de la Iglesia de caminar con su pueblo, especialmente en tiempos de difíciles.
A continuación, se destacan los puntos principales de la visita:
Primer Día: Bienvenida Arraigada en la Comunión
La visita comenzó con una vibrante y emotiva recepción en la entrada de Beit Sahour, donde los Scouts de la Parroquia Latina formaron una alegre fila de bienvenida. Al evento asistieron Mons. William Shomali, Vicario General; P. Issa Hijazin, párroco de Beit Sahour; P. Emmanuel, vicario parroquial; clérigos de iglesias locales; y figuras cívicas, incluyendo al Ministro de Turismo, Sr. Hani Hayek, el Alcalde, Sr. Elias Issa Eid, y representantes de instituciones oficiales.
Los líderes municipales describieron la visita como una bendición para Beit Sahour, una afirmación del vínculo perdurable entre la comunidad local y su pastor espiritual. En un momento marcado por la incertidumbre social y política, la presencia del Cardenal se consideró una poderosa señal de esperanza, recordando a todos que la Iglesia sigue siendo una voz por la paz y la dignidad humana en Tierra Santa.
En su discurso de bienvenida, el Cardenal Pizzaballa expresó su alegría por regresar a Beit Sahour, señalando que, si bien ya la había visitado antes, esta estancia prolongada le permite profundizar su relación con la parroquia. "Como Patriarcado", dijo, "nuestra misión es escuchar y servir. No podemos amar verdaderamente a Dios sin escuchar las necesidades de su pueblo. "
El Cardenal Pizzaballa con los feligreses durante la bienvenida oficial en la casa parroquial.
El día concluyó con la ceremonia de graduación de la 21ª promoción de la Escuela del Patriarcado Latino —celebrada como la “Promoción del Jubileo”—, donde el Cardenal felicitó a los profesores y a las familias por su dedicación a la formación de los alumnos.
Día Dos: Puentes del Diálogo y el Servicio
El segundo día se desarrolló con visitas a instituciones, empezando en la sede municipal, donde el Cardenal fue informado sobre los próximos proyectos de desarrollo centrados en el empoderamiento de los jóvenes, las iniciativas de vivienda y el empleo. Elogió los esfuerzos realizados para atender las diversas necesidades de la comunidad local y pidió renovados esfuerzos para revitalizar la peregrinación y el turismo a Tierra Santa. Visito a la Asociación del Sendero del Patrimonio Palestino y a la Escuela del Santo Niño. En un gesto de honor, el municipio otorgó al Cardenal la Medalla de Distinción de Beit Sahour.
Los encuentros ecuménicos desempeñaron un papel clave en el itinerario del día, incluyendo visitas a la Iglesia Ortodoxa de los Antepasados y a la Iglesia Evangélica Luterana, donde se elevaron oraciones por Gaza y por la paz en todo el mundo. En la Iglesia Católica Melquita de los Pastores, una cálida bienvenida destacó el peso simbólico de la presencia del Cardenal como voz de la verdad. Durante una parada en la escuela parroquial, les recordó a los educadores que su trabajo es más que una profesión, es una misión enraizada en el amor, diciendo: "Los estudiantes recordarán al maestro que los amó. El amor es la base de toda educación."
La jornada también incluyó visitas a la casa religiosa coreana y a instituciones benéficas locales.
Concluyó el día reuniéndose con los grupos pastorales de la parroquia y presidiendo una Misa, antes de visitar el centro cultural y deportivo ortodoxo local, donde visitó sus diversos espacios comunitarios.
Día Tres: Abrazando los Márgenes
El tercer día puso de manifiesto el compromiso de la Iglesia con la educación y la inclusión social. El Cardenal participó en el acto matutino del colegio del Patriarcado Latino, visitó el jardín de infancia y seguidamente recorrió una escuela especializada para niños con dificultades de aprendizaje, donde los alumnos realizaron conmovedoras presentaciones artísticas.
Posteriormente, se reunió con el personal y los jóvenes de un club de personas mayores, una organización benéfica para jóvenes adultos con discapacidad intelectual, un centro de bienestar mental y una unión de mujeres. Otra visita significativa fue en un centro de desarrollo comunitario local, donde conoció su misión y sus amplios programas.
La tarde estuvo dedicada a reuniones con el profesorado de la escuela del Patriarcado y con el Consejo de Iglesias de Beit Sahour.
Administró el Sacramento de la Unción de los Enfermos a varios feligreses, reforzando la cercanía pastoral de la Iglesia con quienes sufren. También visitó organizaciones medioambientales y pacifistas antes de llegar a una destacada organización benéfica islámica local.
Allí, la recepción fue cálida y profundamente simbólica. En un emotivo discurso, los líderes de la organización expresaron su orgullo por recibir al Cardenal, describiendo su visita como una expresión histórica de solidaridad interreligiosa. Expresaron su agradecimiento al Vaticano y a la Iglesia Católica por su constante ayuda humanitaria, especialmente en las comunidades vulnerables.
El día concluyó con una velada de himnos y reflexión espiritual en el jardín de la parroquia de Santa María Alfonsina.
Día Cuatro: Celebración de Fe y Testimonio
La visita pastoral concluyó con una Misa solemne en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima. Durante la liturgia, el Cardenal Pizzaballa honró al Sr. Shafiq Shomali por sus décadas de servicio al movimiento Scout y a la comunidad parroquial, entregándole la Medalla Patriarcal. También felicitó a las parejas que celebraban sus bodas de oro y plata.
En su homilía, el Cardenal reflexionó sobre el tema del Evangelio de "permanecer en Cristo". Subrayó que la fe no es una cuestión de apariencias o tradición, sino una relación profunda y viva con Dios. "La fe", dijo, "no es una prenda que nos ponemos el domingo y nos quitamos después, es el fundamento mismo de nuestra vida diaria".
Señaló que la preservación de la identidad cristiana se había convertido en un tema central a lo largo de su visita, con numerosos esfuerzos de base para alimentar esta identidad tanto a nivel local como nacional. Sin embargo, recalcó, estos esfuerzos deben basarse en una fe auténtica. "Os invito", dijo, "a profundizar vuestra relación con Dios construyendo vuestras vidas sobre Su Palabra y dejándose moldear por Su paz".
Concluyó con profunda gratitud: "He encontrado gran consuelo en el amor, la fe y la unidad que he presenciado en esta parroquia. Esta visita me ha confirmado que la Iglesia está viva en esta ciudad bendita".