El viernes 10 de octubre de 2025, Su Beatitud el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, iniciará su visita pastoral a la Parroquia Latina de Karak en Jordania, que continuará hasta el domingo 12 de octubre. Con motivo de esta ocasión, y en celebración del 150 aniversario de la fundación de la Parroquia Latina de Nuestra Señora del Rosario de Karak, este informe ofrece una mirada a la rica historia de la parroquia y su vida pastoral actual.
Karak: La ciudad de la Fortaleza y la Fe a través de los Tiempos
Ubicada a unos 125 kilómetros al sur de Amman y a casi 1.000 metros sobre el nivel del mar, Karak narra la historia de sucesivas civilizaciones, desde los moabitas, que la convirtieron en su capital, hasta los bizantinos, que la llamaron "Kark Moab". También se menciona en la Biblia con varios nombres, incluyendo "Kir Moab" y "Kir-Hareseth", y su nombre a simbolizado, durante mucho tiempo, la fuerza y la gloria, al igual que su imponente fortaleza, que domina el valle de Moab.
A finales del siglo II a.C., Karak perdió su condición de capital y fue anexionada al Reino Nabateo, que se extendía desde Petra hasta Damasco. Cuando la región fue incorporada a la provincia romana de Arabia en el año 106 d.C., se construyó la gran calzada romana que conectaba Amán y Aqaba, lo que trajo prosperidad a Karak y a otras ciudades a lo largo de esta histórica ruta.
Karak estuvo históricamente gobernada por clanes, la mayoría de los cuales eran musulmanes, junto con varios clanes cristianos. Las relaciones entre las dos comunidades fueron generalmente cordiales, a pesar de disputas ocasionales y períodos de penuria. Cuando el viajero Johann Ludwig Burckhardt visitó Karak en 1812, estimó la población en unas 400 familias musulmanas y 150 familias cristianas. La comunidad cristiana estaba compuesta por nueve clanes: Haddadin, Azzizat, Hejazin, Akkasheh, Zrayqat, Madanat, Beqaein, Halsa y Ma'ay'ah.
Primeros latinos de Karak, tomados alrededor de 1896
Historia de la Presencia Cristiana en Karak
La presencia cristiana en Karak se remonta a la época bizantina, cuando la ciudad sirvió como centro episcopal y albergó varias Iglesias. A pesar de los períodos de declive, la comunidad ortodoxa griega preservó la presencia cristiana a través de la Iglesia de San Jorge, que siguió siendo un lugar de culto tanto para cristianos como para musulmanes. Sin embargo, a medida que la liturgia continuó celebrándose en griego, el conocimiento de la fe entre los fieles locales se fue debilitando con el tiempo.
Durante el siglo XIX, el comercio entre Karak y Hebrón floreció. Las caravanas transportaban ganado, lana y trigo desde Karak y regresaban con mercancías desde Jerusalén. Algunos residentes de Karak incluso se mudaron a Palestina, particularmente a Beit Jala, donde conocieron al P. Jean Morétan. Impresionados por su labor pastoral y su respetada posición en la comunidad, le pidieron que se pusiera en contacto con el Patriarca para que les enviara un sacerdote como él. Su solicitud fue respaldada por una carta de recomendación del líder local, el jeque Mohammad Al-Majali.
La Fundación de la Parroquia Latina
En 1875, la parroquia latina de Karak fue fundada gracias a los esfuerzos del Patriarcado Latino de Jerusalén y de sacerdotes misioneros como el P. Yousef Ghatti y el P. Iskandar Maccagno, que respondieron a la petición de la comunidad local de un sacerdote árabe residente. Aunque la parroquia se enfrentó a muchos desafíos en sus primeros años — incluidos conflictos tribales, hambre, persecución y falta de seguridad — los sacerdotes se mantuvieron firmes en su misión a pesar de las amenazas y las dificultades. Parte de la comunidad migró a Madaba en 1880 después de un trágico incidente tribal, mientras que otros eligieron quedarse y preservar su fe.
A pesar de las guerras, las hambrunas y las restricciones impuestas por las autoridades otomanas, los sacerdotes continuaron su servicio pastoral con discreción, pero con firmeza. A principios del siglo XX, la iglesia y la escuela se habían construido con la llegada de las Hermanas del Rosario a Karak. Con el tiempo, la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Karak se convirtió en un símbolo perdurable de perseverancia y fe, y en un testimonio vivo de las raíces cristianas arraigadas en el sur de Jordania.
Iglesia de Karak, septiembre de 1952
La Parroquia Hoy
Este año, la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Karak celebra su 150º aniversario. La parroquia es una de las tres parroquias del Patriarcado Latino en la gobernación, junto con las de Ader y Smakieh. Su actual párroco, el P. Alaa Ba’eer, fue nombrado a mediados de junio del año pasado.
Actualmente hay registradas entre sesenta y setenta familias cristianas en la Parroquia de Karak. Si bien algunos miembros residen ahora en Amán, mantienen sus hogares en Karak y asisten a Misa siempre que es posible, lo que es un signo de su fuerte vínculo con la parroquia.
Aunque los cristianos son una minoría en Karak, la ciudad alberga tres iglesias apostólicas: las comunidades Latina, Melquita (greco-católica) y Greco-ortodoxa, siendo la parroquia Latina la más numerosa.
- Grupos pastorales
La parroquia cuenta con una presencia juvenil activa, que incluye grupos de diferentes edades: universitarios, trabajadores, de secundaria, preparatorios y grupos infantiles. A lo largo del año, los grupos juveniles organizan una variedad de actividades, como el bazar anual, celebraciones litúrgicas, reuniones familiares de verano y encuentros interparroquiales.
Algunos de los jóvenes cristianos de Karak
La parroquia también cuenta con un coro de seis miembros y un grupo de monaguillos que asisten regularmente durante la Misa y participan en las actividades organizadas por el Patriarcado Latino y la Oficina Litúrgica, fortaleciendo así su sentido de pertenencia y unidad eclesial.
Actualmente no hay Hermanas sirviendo en la parroquia, ya que las Hermanas del Rosario se marcharon a finales del año pasado debido a la escasez de vocaciones religiosas. Sin embargo, la vida parroquial continúa gracias a la dedicación de quienes aman el servicio, los jóvenes y las familias comprometidas.
No existe un consejo parroquial formal, pero el párroco se reúne regularmente con las personas mayores de la parroquia para consultar y coordinar la labor pastoral con el fin de servir eficazmente a la comunidad.
- Escuela: La parroquia gestiona un jardín de infancia y una escuela hasta cuarto grado, que ofrece a los niños una sólida educación cristiana y formación moral.
- Asistencia sanitaria: Junto a la Iglesia se encuentra el Centro Caritas Karak, que atiende a las familias necesitadas de la ciudad. Karak también alberga el Hospital Italiano dirigido por las Hermanas Combonianas, una de las principales instituciones de salud de la gobernación.
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