Belén. - El 22 de mayo de 2025, en un ambiente de fe y esperanza, la ciudad de Belén conmemoró el décimo aniversario de la beatificación de dos santas palestinas: Sor Mariam de Jesús Crucificado (Mariam Baouardy) y la Madre Marie Alphonsine. La solemne celebración comenzó con una procesión de oración desde el Convento de las Hermanas del Rosario, establecido en 1992, hasta el Monasterio Carmelita, fundado por Santa Mariam Baouardy en obediencia a la voluntad de Dios y con el deseo de servir a los fieles locales.
Los fieles caminaron reverentemente, portando las reliquias de las dos santas, rezando el Rosario y cantando himnos, invocando su intercesión por la paz en Tierra Santa. La procesión estuvo encabezada por Mons. William Shomali, Vicario General, junto con el P. Rami Asakrieh, párroco de Belén, a los que se unieron numerosos clérigos, congregaciones religiosas y fieles de toda la ciudad.
La Santa Misa y la Homilía de Mons. Shomali
Mons. Shomali presidió la celebración eucarística. En una emotiva homilía centrada en el camino de la santidad, subrayó que el camino hacia la santidad comienza escuchando la Palabra de Dios y viviéndola a diario. Destacó las virtudes de las dos santas, en particular su humildad, a pesar de su importante papel en la vida de la Iglesia.
Citó a la Madre Marie Alphonsine, que una vez dijo: "Si no fuera por la gracia de Dios obrando en mí, sería peor que Judas ". También habló de Santa Mariam de Jesús Crucificado como ejemplo vivo de apertura al Espíritu Santo, señalando cómo introdujo la devoción al Espíritu Santo en el corazón de la Iglesia a través de su vida y su profundo testimonio.
Monseñor concluyó su homilía con una sentida oración por la paz, diciendo: "A pesar del fracaso de los líderes políticos y del fracaso de muchas iniciativas, nuestra esperanza permanece firme en Dios, en la intercesión de las dos santas y en la Virgen María, Nuestra Señora de esta tierra herida."
Testigos de la Gracia
Las voces de los fieles dieron un testimonio más del perdurable impacto espiritual de estas santas. Hiyam Alawi, profesor de la Universidad de Belén, habló con el corazón:
"Como hijos de esta tierra, encontramos fuerza en la presencia de las santas Mariam y Alphonsine. Caminaron por la misma tierra, compartieron nuestras alegrías y dificultades, y ahora interceden por nosotros. Sus vidas son pilares de fe y oración para nosotros y para las generaciones venideras."
La Sra. Esperance Qumsieh compartió su devoción personal a Santa Mariam Baouardy: "Ella ha sido una luz que me ha guiado en mi vida. El Monasterio de las Carmelitas es mi segundo hogar, donde me encuentro con Dios en silencio y paz."
Las jóvenes religiosas Sarah Shahateet, de Jordania, y Daline Maqba'a, de Nazaret, al inicio de su vocación con las Hermanas del Rosario, hablaron de la profunda influencia de las santas: "De ellas aprendimos el silencio, la humildad, el autocontrol y la plena confianza en la Divina Providencia. El Rosario fue su arma fiel y es nuestro modo de acercarnos a Dios a través de la Virgen María".
Un Mensaje de Esperanza
La celebración en Belén fue más que un recuerdo; fue una renovación de la fe con dos santas que encarnaron la oración en su vida cotidiana. Se han convertido en puentes espirituales entre la tierra y el cielo en una época convulsa y en una tierra sedienta de paz. El mensaje de estas dos santas sigue siendo una llamada constante a la esperanza, a la santidad y a la confianza total sólo en Dios.
¡Haga clic aquí para el Álbum!